| Descripción |
Retrato de cuerpo entero de pie de Rita Romero ataviada de gala. Luce un magnífico vestido de noche de color negro azabache, y un espléndido aderezo de oro y diamantes, completado con un broche prendido del pecho en el que se ha montado una miniatura con la efigie de su marido, Basilio de Chávarri. Este recurso que era de uso relativamente común nos habla de la destreza y del detallismo de la práctica de la miniatura.
Esta obra hace pareja con el retrato del esposo de la efigiada: "Basilio de Chávarri" (Museo del Romanticismo, Inv. CE0558), realizado también por los pinceles del sanluqueño. En ambos lienzos advertimos ciertas diferencias en los detalles y los acompañamientos de los inmortalizados, que nos hablan de cuestiones como el género y de las actividades privadas y públicas de cada uno de ellos. Observamos además en los dos cuadros, una cuidada descripción de los interiores domésticos de las viviendas de la clase burguesa que incluyen un amplio muestrario de alfombras, lámparas, muebles, relojes, espejos, cortinajes, tapizados y pinturas. En esta obra vemos algunas de las características comunes de los retratos de Ángel María Cortellini: la poca expresividad de los rostros que los hace parecer algo fríos, la distribución de la luz sobre el lienzo de un modo un tanto uniforme y la proliferación de detalles y objetos.
Este lienzo es un claro exponente de la transformación social que se producirá en nuestro país a partir del siglo XIX. Surgirá de este modo la nueva clase burguesa que, orgullosa de su nueva posición económica y social, gustará de retratarse, convirtiéndose en la principal clientela de los artistas, papel que anteriormente habían desempeñado la aristocracia, la nobleza y la Iglesia. Además, será práctica habitual durante el Romanticismo la representación de las efigies de los matrimonios por medio de cuadros separados pero mostrando actitudes físicas que se corresponden mutuamente.
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